Vuelos Viena

Vuelos a Viena

Al pie de los Alpes y orillas del Danubio Azul, como canta su más famoso vals, se erige la imperial y romántica ciudad de Viena. Es la capital de Austria, y se localiza en el nordeste del país. Viena conserva las huellas históricas y culturales del majestuoso Imperio Austrohúngaro, sobresaliendo como referente en el ámbito musical mundial. La ciudad es un crisol cultural del este y oeste europeo. Su aeropuerto, el Vienna International Airport, localizado a 20 kilómetros de la ciudad en la población de Schwechat, recibe los vuelos a Viena procedentes de todos los rincones del mundo.

Sus monumentos más importantes

La Ringstraße o “calle del anillo” es el boulevar central de Viena. Se trata de una majestuosa vía circular que todo turista debe recorrer si visitan Viena, ya que a lo largo del Ring van surgiendo los monumentos vieneses más famosos. La Ópera, el Palacio de Hofburg, el Parlamento Austriaco, el Ayuntamiento de Viena, el Museo de Historia del Arte y su gemelo el de Historia Natural, la Universidad de Viena, o la iglesia Votiva, son algunos de las maravillosas construcciones con las que se encuentra el visitante. Un poco más alejados del boulevar, pero también en el corazón de la City, se encuentran el barrio museístico de Museumsquartier, el teatro del pueblo o Volksteather, el exquisito palacio de Schönbrunn, o las huellas de El Tercer Hombre en la plaza Am Hof.

La Catedral de San Esteban y el Danubio

Por supuesto, ambas joyas merecen capítulo aparte, ya que constituyen en sí mismas la propia Viena. La gótica catedral de San Esteban, en alemán Stephansdom, es el centro neurálgico de Viena, y desde sus faldas surgen la Kärntnerstraße y el Graben, calles famosas por sus prestigiosas, lujosas, y caras tiendas de marca. Por lo que respecta al Danubio, sólo hay que alejarse un poco de la City para admirar su esplendor. En concreto, la artificial Isla del Danubio, con sus kilómetros de césped y su variada oferta gastronómica, constituye un paraje ideal para pasear, relajarse un poco, y empezar a saborear algo de la gastronomía local. El Stadtpark o el Prater son la alternativa para aquellos interesados en conocer, aunque sea un poquito, los bosques de Viena.

Los cafés vieneses y el Schnitzel

Tradición y sabores exquisitos se derraman en las tazas de café vienés. Nadie puede abandonar la capital del Danubio sin probar alguna de sus especialidades cafeteras y sobre todo, sin vivir la costumbrista atmósfera de estos lugares. Y en lo tocante a la comida del mediodía o Mittagsessen, la carne es la reina. La mayoría de los platos austríacos combinan alguna variedad de carne con pequenas ensaladas y ricas cervezas, que seguro servirán de excusa para que los buenos estómagos se llenen satisfechos. ¡Ánimo y a por el Schnitzel!